Estamos a oscuras, iluminados vagamente por unas velas.
El color carne es dorado, el cuero negro brilla.
Yo, una vez fui callado y tímido.
Una chispa de lujuria recorre mis ojos.
Me transformo cada 65 días, en este cuartucho cerrado y olvidado de toda moral enferma.
Tú eres mi dueña y mi esclava.
Yo soy un perro y un lobo.
Habrá una gran lucha, donde los arañazos no provocarán dolor.
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