domingo, 3 de marzo de 2013

Disfraces del alma.

Estamos a oscuras, iluminados vagamente por unas velas.

El color carne es dorado, el cuero negro brilla.

Yo, una vez fui callado y tímido.
Una chispa de lujuria recorre mis ojos.

Me transformo cada 65 días, en este cuartucho cerrado y olvidado de toda moral enferma.

Tú eres mi dueña y mi esclava.

Yo soy un perro y un lobo.



Habrá una gran lucha, donde los arañazos no provocarán dolor.


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