martes, 5 de marzo de 2013

Desintoxicación.

Llevo un tiempo infinito sin notar que su veneno se infiltre en mi piel.

Pueden ser tres días, pueden ser tres siglos, pueden ser tres minutos.

Puedo no atravesar nunca más mis venas con sus palabras, pero ella siempre estará ahí.

Pendiente de mis errores, de mis debilidades, de mis dudas.

Lo he intentado, pero no hay vuelta atrás, lo sé, lo sabe.

Mi piel ha sido curtida tras mil batallas, tras mil golpes.
He aprendido a dominar ese universo encerrado en una lágrima de placer.

Pero eso no es nada.

Los titanes hablan con los demonios universales, cara a cara.

Eso es otra batalla.

¿Quieres guerra?




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