Mucho antes de que salga el sol ya estoy golpeando al aire con mi rostro helado.
Camino a oscuras por las calles desiertas, soy yo quien despierta el alba.
Hace tiempo que morí, me estrellé dentro de un demonio negro contra un muro de hormigón, a los 5 meses resucité, ando buscando mi cuerpo y mi rostro.
Ella sigue sola, ahí fuera, devorando todo lo que se le pone a tiro.
Mi mirada fija, como el visor de un francotirador.
Concentrado en un sólo destino.
Camino despacio, firme y recto.
Mi cuerpo se moldea en el infierno lleno de hierro, de frío, de hambre y de dolor.
Mi mente renace de sus cenizas.
Mi alma moribunda sonríe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario