domingo, 20 de noviembre de 2016

Hay cosas que nunca se olvidan.

Hay cosas que nunca se olvidan.

Ni se quieren olvidar.

Hay cosas que se reviven en sueños, despierto, terso y con el corazón en la mano, latente.

Aún recuerdo la piel, la saliva, los labios, la carne, el sudor.

¿Deseo?

Todo.

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